Peritos del juicio al pederasta de Ciudad Lineal identifican huellas de una víctima en un colchón
El juicio a Antonio Ortiz, el pederasta de Ciudad Lineal está siendo una sucesión de pruebas en su contra que indican que será muy difícil que no haya condena. Este martes, varios peritos han certificado en la vista oral que cuatro de las huellas localizadas en un cubrecolchón de plástico sobre el que presumiblemente Antonio Ortiz habría cometido al menos una de las agresiones sexuales pertenecía a la víctima agredida el 10 de abril de 2014.
Así lo han confirmado los peritos de la Unidad Central de Identificación de la Policía Nacional que han comparecido en la sesión para hablar sobre uno de los informes realizados en base al cotejo de varias trazas.
En el informe pericial consta que se localizaron un total de 15 huellas en el cubrecolchón que cubría una de las camas. Tanto en la parte exterior como en el interior. Las muestras se recogieron durante el registro que se realizó en el piso de Santa Virgilia, donde los investigadores estuvieron catorce horas recogiendo vestigios orgánicos y químicos.
En su pericial, han ratificado que cuatro de las huellas, dos palmares y dos dactilares, corresponden a la testigo protegido número 3 y otras cinco huellas halladas en el cubre-colchón corresponden a Ortiz. También hallaron huellas en una piruleta, si bien ha manifestado el perito que no tenía valor identificativo. Las menores ya manifestaron que su agresor les daba chucherías y piruletas.
En cuanto al cubrecolchón, la madre de Ortiz manifestó la pasada semana que lo limpiaba habitualmente e que incluso lo frotó en alguna ocasión con un cepillito con amoniaco. Sin embargo, la empleada del hogar afirmó que nunca lo limpiaron.
Pisada de zapatilla
Otros de los agentes que ha expuesto su pericia ha explicado al tribunal que su estudio se centra en una huella de pisada hallada en el piso de Santa Virgilia. «Nos sorprendió la pisada porque el tamaño era poco habitual. Vimos que una víctima tenía un calzado parecido. Nos enviaron la zapatilla para hacer el cotejo», ha detallado.
Se realizó entonces un estudio comparativo con la pisada y las zapatillas de deportes remitidas. Se escaneó la suela y se cotejó. Se estableció que el tamaño y el dibujo coincidían en su diseño como en el tamaño.